Una historia no tan alejada de la realidad

El 20 de julio del año 1980, era una de esas terribles noches en las que María estaba con angustia y miedo esperando que la puerta principal de su casa se abriera y entrará su esposo Juan, quien lleva años maltratándola de diferentes maneras.

Ella se casó ilusionada, creyendo que todo iba a ser como en aquellas películas románticas que solían ver cuando eran novios, y Juan fue el novio ideal. Solo bastó que se unieran en matrimonio para que las cosas dieran un giro que jamás imaginó María. Juan empezó a celarla a tal punto de no permitirle trabajar más, ni mucho menos estudiar, ella tuvo que alejarse de sus amigos y familiares ya que para su esposo no era correcto que ella saliera de la casa sin su compañía y debía hacerse cuando él lo dijera. Se mudaron a una ciudad alejada, donde únicamente el contacto social de María era la radio. No tenía a quien recurrir y además no lo podía debido a la posición de su esposo.

A partir de las prohibiciones, llegaron muchas más formas de opresión y violencia que María nunca había experimentado y que jamás pensó vivirlas con quien prometió amarla hasta que la muerte los separe. Al parecer la muerte estaba muy cerca…

Fueron años de violencia emocional, económica y física y estos hicieron a María olvidar que lo vivido no era bueno para ella. Día tras día debía vivir una tortura, y ella lo sabía, no podía hacer nada. Juan era un importante funcionario del gobierno quien estaba blindado contra cualquier tipo de denuncia que pueda recibir. Es uno de esos casos donde la justicia toma bando y no es del lado del más débil.  ¿Qué hacer frente a un obstáculo tan grande? Son de aquellas realidades donde se requieren acciones radicales que logren la tan anhelada libertad.

La noche del 20 de julio María recibió una golpiza que la dejó casi inconsciente sobre el piso de su habitación, pero a ella solo le preocupaban sus dos pequeñas hijas, dormidas en la habitación contigua. Juan podía olvidar que eran sus hijas y lastimarlas brutalmente. De pronto, escuchó un ruido fuerte y los gritos de horror de sus pequeñas que solo atinaban a decir: ¡Papá, no, por favor! ¡Mami, ayúdanos! María no soportó más y buscó el arma que tenía Juan en su habitación y corrió a salvar a sus indefensas niñas. Ella disparó dos veces y terminó con aquel martirio que llevaba años soportando y que hoy iba a ser el inicio del maltrato directo para sus frágiles hijas.

La mañana del 21 de julio de 1980 los medios informaban sobre la muerte de un alto funcionario del gobierno y la desaparición de su esposa con sus dos hijas menores.

César Peña

 


1. ¿Por qué crees que existen realidades así en nuestra sociedad?

2. ¿Qué harías tú si fueras María?

3. ¿Conoces a alguien que sufre violencia? ¿qué puedes hacer frente a eso?

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