Quisiera detenerme un momento es aquellos jóvenes que decidieron estudiar un poco más al salir del colegio y que se ven enfrentados a aquella disyuntiva sobre ¿qué estudiar? No es sencillo tomar una opción educativa cuando la mayoría opina sobre ello y te “invitan” a tomar la carrera que mejor te conviene.
Encuentro jóvenes que decidieron estudiar lo que sus papás quisieron pagar ya que deben cumplir sueños ajenos, también algunos estudian lo que les toca, puesto que no hay opción para costear la carrera que les gusta, e inclusive otros optan por una carrera afín para luego dar el salto a su verdadera opción. También quienes no pueden realizar estudios porque la situación de vida no les es favorable en la actualidad.
Muchos dirán que es mejor estudiar lo que económicamente sea más viable y hay que evaluar el campo laboral para así saber cuál es la carrera más rentable.
Creo que lo que mencioné anteriormente es una realidad que no se puede omitir, pero lo que quiero proponerte es que decidas estudiar aquello que realmente te gusta. No se trata de complacer a los demás o buscar “asegurarte” un futuro si eso no te da felicidad.
Es evidente que no se trata de decidir y ya, es más bien que esa decisión te mueva a actuar y así poder alcanzar tu objetivo educativo. Estudiar lo que no te gusta, significa que desde el primer semestre empezarán los obstáculos, puesto que cuando no hay motivación las cosas no fluyen.
Si hoy estás en medio de una toma de decisión referente a tu futuro educativo, creo que debes evaluar con calma y elegir así lo que realmente deseas. No te dejes convencer de que tiene que ser una carrera rentable, ya que si es una carrera que te gusta, disfrutarás estudiarla y serás excelente al ejercerla, y eso, aunque no sea lo más importante, siempre será rentable.
