Semana mayor en línea

En estos días me comunicaba con unos muchachos, y en medio de todas las preguntas que me realizaron la que más me llamó la atención fue: ¿Porqué ahora me gusta más la Semana Santa? La verdad lo primero que atiné a decirles fue que seguramente porque la encuentran en Facebook y nadie los obliga a estar en ella. Para mi sorpresa, mi respuesta tenía más verdades de lo que pensaba.

Estos muchachos me contaban que los años anteriores se sentían obligados a ir a las celebraciones de la Semana Santa y que muchas veces a punta de regaños debían ir con sus palmas (plantas en la actualidad) al domingo de ramos. Era una tortura me dijo uno de ellos, pero no por las celebraciones, sino porque estaban ahí contra su voluntad.

A veces creo que el desespero de los padres, tíos, abuelos o cualquier otro adulto para que los jóvenes vivan la Semana Santa “como debe ser” termina dañando una fe que debería cuidarse y cultivarse. Pero ahora que todas las celebraciones se tomaron las redes, y al ser estas su mundo, por curiosidad o lo que sea, terminan conectándose no solo con una transmisión, sino más bien con Dios.

Esta conversación que tuve me dejó pensando en cómo nosotros los adultos estamos mostrando la fe a los más jóvenes, si es obligatorio que ellos actúen de la misma forma y por los mismos medios que nosotros frente a la fe.  Creo que este tiempo en el que vivimos nos está dando una lección muy importante: Existen nuevos métodos para evangelizar, y si no estamos preparados para ellos, podemos creer que son malos y que solo los que usamos desde hace años son los mejores.

Lo que finalmente estos muchachos me dijeron fue que no se trataba que lo virtual en la fe era mejor que lo presencial, sino más bien que en lo virtual nadie los trataba mal para que se sientan obligados a conectarse con una celebración.

César Peña

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