Quiero ser grande

Si revisamos el cine, encontramos varias películas con el mensaje de: “ser grande”; no me refiero a grande en estatura o poder, sino más bien niños buscando ser adultos de manera apresurada.

Normalmente esto sucede en la adolescencia cuando se siente equivocadamente que los padres lo único que quieren es incomodar lo más posible con el pretexto de formarnos y educarnos como debe ser. Es tan común encontrar a adolescentes peleando literalmente con sus padres por no arreglar una habitación o hacer tareas académicas de mala gana, por el simple hecho de no tener ganas; es claro que todos tenemos libertad para hacer lo que queramos, pero la idea de tener padres es para ser guiados correctamente por ellos -van a existir excepciones- . También existirán adolescentes de más de 30 años, pero ese tema lo trataré en otra oportunidad.

La idea de saltar etapas para ser grandes y poder hacer lo que se nos dé la gana va unida a la libertad que debemos tener y junto con ella la madurez que siempre debe ir al frente de cada actitud. Utópicamente creemos que al momento de crecer no existirán responsabilidades, pero es cuando más de ellas vienen a acompañarnos. Mientras uno es niño y vive con los padres, sólo se debe preocupar por ser buen hijo, hacer quehaceres, respetar, estudiar. Pero cuando uno crece y es “grande” debe pensar es sobrevivir ante la realidad que debemos enfrentar: trabajo, comida, estudio, casa, etc.

Si creemos que al salir del colegio se acaba todo y ahora vienen sólo fiestas, paseos, amigos, etc. es parcialmente cierto, ya que quien no sabe administrar y actuar como un grande de verdad jamás logrará nada real y sobresaliente en la vida, puesto que en las empresas no se contrata a un inmaduro en la vida, tampoco alguien que no supo manejar unos cuantos cursos no podrá manejar un gran proyecto. Algunos dirán eso no es cierto, ya que conozco a muchos millonarios que erar desordenados, libertinos, poco serios y demás, y en eso doy toda la razón, pero “eran”, ya que en algún momento de la vida uno debe dejar de ser un niño y asumir su adolescencia y luego pasar a la juventud para poder llegar a ser un adulto de verdad. Ser adulto no implica ser aburrido y de mal genio, significa disfrutar de la vida pero con madurez y seguridad, para lo cual hay que sacrificar algo.

Disfruta hoy del momento que debes vivir; si estás tratando de adelantarte o saltar a otra epata prematuramente, te recomiendo que perfecciones mejor la que te corresponde. Si eres quien se quedó congelado en una etapa que debería haber sido superada hace tiempo, empieza a pensar en serio, ya que en algún momento de la vida dejará de ser divertido.

César Peña

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