Piedras en el camino

En la vida encontramos diferentes circunstancias -piedras en el camino- que pueden apagar o ensombrecer nuestro día a día; cada circunstancia adversa pareciera que nos empuja a un abismo, y es en éste ir y venir de circunstancias que Dios por medio de las personas o situaciones te recuerda que está contigo.

Hoy te invito a detenerte por un pequeño momento en los problemas que te suceden. Quizá sea extraño ese pedido, ya que es volver a tocar una vez más la herida, pero lo que quiero no es tocar la “herida” para que se infecte, sino más bien para aquél que es el médico del alma sea quien sane esa dificultad.

Sabemos que problemas siempre van a existir en nuestra vida; ya sean de dinero, salud, espiritualidad, etc; sean tuyos o ajenos, pero siempre te vas a ver rodeado de muchos o pocos de ellos. Algunas de estas dificultades o “piedras en el camino” se vuelven más dolorosas cuando se convierten en personas, y más aún, personas que te rodeaban y probablemente las apreciabas. No es fácil superar a aquello, ya que en ocasiones tendrás que enfrentarlas o ignorarlas.

Enfrentar no es dañar u ofender, significa hacer respetar tu dignidad y valor como hijo o hija de Dios, para ello debes saber hablar y callar cuando sea necesario. Piedras en el camino siempre van a existir, algunas grandes, otras pequeñas, y otras que quizá nunca las notaste -suele suceder-. Pero el problema no es que estén o no en tu camino, sino que cuál es el valor que tú le das. Puede que sean enormes, que tengan un aparente poder -lo más probable es que si lo tengan-, pero eso no quiere decir que podrán parar la acción de Dios para tu vida.

Quisiera terminar mencionando un texto bíblico que te hará recordar que aunque el problema sea grande y oscurezca tu vida por momentos, nunca podrá arruinarla.

“Y se decían: ¿Quién nos correrá la piedra de la entrada del sepulcro? Pero, al mirar, observan que la piedra, que era muy grande, estaba corrida a un lado” Marcos 16, 3 – 4.  

Cada vez que personas o circunstancias quieran bloquear tu vida, recuerda que ni la muerte pudo vencer a Dios y que “piedras en el camino” aparecerán en tu vida, pero por más enormes que puedan ser, jamás serán más fuertes que Dios.

César Peña

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