Derribados, más no aniquilados

Hay situaciones en la vida que nos golpean tan fuerte que incluso llegamos a creer que no será posible salir adelante. Para nadie es un secreto que la pandemia ha desnudado una cruda realidad en nuestra sociedad y descubrimos que todos somos frágiles.

Pero esto no queda ahí, ya que muchos quedaron sin empleo, sin familia, sin educación, sin tantas cosas que habían logrado gracias a años de esfuerzo; se juntaron muchas situaciones duras que jamás imaginamos vivir. Es en medio de estas situaciones tan difíciles que creemos que ya no hay salida, que el golpe nos derribó y no podremos levantarnos. Si te sientes así, te invito a recordar un texto bíblico que te llenará de esperanza:

“Así, aunque llenos de problemas, no estamos sin salida; tenemos preocupaciones, pero no nos desesperamos; perseguidos, mas no abandonados; derribados, mas no aniquilados. Donde quiera que vamos, llevamos siempre en nuestro cuerpo la muerte de Jesús, para que también su vida se muestre en nosotros.”  2 Corintios 4, 8 – 10

Este texto nos recuerda una vez más que somos frágiles y tenemos limitaciones, pero eso ya lo sabemos e inclusive lo hemos vivido en carne propia; lo que quiero que reflexiones hoy es que aún en medio de esa derrota que vivas hoy, Dios no permitirá que tu vida y tus sueños sean aniquilados.

Todos en algún momento nos hemos sentido “en el piso” cuando las cosas no están saliendo como quisiéramos. Esta pandemia ha golpeado de manera especial a los más frágiles, los ha dejado derribados, llegando a pensar que solo queda esperar el final.

Hoy Dios te recuerda que, en medio de tu fragilidad, él se hace presente con su fuerza divina para que sigas adelante (como los discípulos) en medio de todos los problemas que tengas. Puede que sea difícil de creer esto, ya que las puertas se han cerrado y las personas se han ido; pero si estás leyendo esto, es porque Dios quiere recordarte que sigue contigo y te levantará de esa derrota que sientes hoy.

César Peña

Los comentarios están cerrados.