No desperdiciar

En estos días hablaba con una persona a la que nunca la he visto desperdiciar comida, me contaba con gran indignación sobre el desperdicio de frutas que vio en una tienda y que el dueño prefería tirarlas a la basura que compartirlas con sus empleados. Además de ello la respuesta a dicha acción fue: “Es que las personas no compran fruta que se está dañando”, lo cual es cierto.

La última frase me hizo reflexionar sobre la idea que tienen muchos jóvenes sobre su vida, creen que deben ser siempre como frutas en un mostrador, sin ninguna mancha o error, y cuando se empiezan a notar es mejor tirarse a la basura porque no serán aceptados en los estándares de la sociedad.

Algunos jóvenes terminan creyendo que no merecen nada y que están designados a terminar en medio de toda la fruta y basura olvidada; y es por eso que reciben las sobras de afecto y respeto de los demás. Lo que realmente importa es que no eres como las frutas de exhibición que no tienen mancha, sino más bien que a pesar de todo lo malo que tienes eres valioso y no mereces terminar en medio de los desperdicios. Te propongo un par de puntos para que no desperdicies tu vida como fruta dañada.

  1. DESCUBRE Y ACEPTA TUS ERRORES

Las personas creen que tener errores es malo, pero creo que lo inadecuado es permanecer en ellos; no se trata de sentirte orgulloso de fallar siempre, sino más bien de aprender de cada uno de ellos. Aceptarlos significa hacer lo necesario para repararlos.

  1. LOS DEMÁS NO TE DEFINEN

No hay que esperar que las personas digan lo bueno que eres para poder creerlo, o que publiquen en sus redes que eres genial y así te sentirás mejor. Hay que ser auténticos y de ninguna manera ser alguien que en el fondo no lo eres. No se trata de ser rebelde e ir contra todo mundo, se trata de ser feliz y afectar positivamente a tu entorno.

César Peña

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