La música que me gusta

La música es de esas cosas que influyen de manera tan especial a los seres humanos, hay de todo y para todos. No nos vamos a engañar, ya que existe una realidad muy marcada con respecto a los ritmos musicales, puesto que dicen que hay algunos que no valen la pena y que deberían desaparecer; personalmente creo que eso es una afirmación muy superficial.

Equivocadamente se cree que quien escucha música clásica es más inteligente que quien escucha reggaetón. Recordemos que la música es eso: música. Y que existen diferentes variedades de esta como para colocarnos en una batalla buscando cuál es la mejor.

Llegarán momentos en los que no querrás escuchar una balada u otros en los que una buena salsa te levantará el ánimo, o quizá un country podrá acompañarte mientras piensas en algo interesante. Así podemos decir de muchos géneros: vallenato, rock, merengue, hip hop, cumbia, metal, bachata y demás. Pero lo que realmente importa es si en esa canción que te gusta puedes encontrar el impulso para poder avanzar en el camino que te toca. Porque tampoco hay que buscar canciones para sentirnos peor.

Cada momento de la vida nos mueve a buscar ciertas melodías, algunas nos ayudan y otras nos hacen más daño del que ya tenemos, pero las buscamos de igual modo. También en ocasiones una muy buena canción se convierte en la mejor compañía para afrontar un problema o disfrutar de un buen momento, inclusive tenemos hasta canciones que se han vuelto un himno que nos acompaña toda una vida o parte de ella.

Si tu eres quien vive juzgando a los que escuchan ritmos que no son los tuyos, es momento de dejar de buscar imponer tu estilo, o si eres quien se siente juzgado todo el tiempo por escuchar lo que a otros no les agrada por alguna razón, creo debes recordar que es tu espacio personal y no estás dañando a nadie. Claro está, nunca olvides que no vives en un desierto, así que no te excedas en el volumen.

Hoy te invito a disfrutar de la música que sueles escuchar, pero también te propongo que empieces a conocer de la riqueza de aquellos ritmos que ni de chiste escucharías, ya que a quien le gusta la música busca siempre conocerla más de ella y ese puede ser un buen pretexto para sonreír.

César Peña

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