¿Descansas o te cansas?

Un buen líder debe estar fresco, atento, con sus sentidos siempre dispuestos a descubrir una oportunidad para ser guía en el camino de las personas, pero ¿qué pasa si vives cansado? Una de las más frecuentes dificultades de las personas que quieren cambiar el mundo es que viven pensando cómo ser mejores que hasta pierden el sueño tratando de encontrar ese gran proyecto que les cambiará la vida.

Recuerdo una ocasión cuando el más pequeño de mis hijos estaba llorando por no poder dormir. Resulta que ya se había quedado dormido casi profundamente y un ruido (timbre) lo despertó. En nuestro diario vivir nos pasa algo parecido; digo algo parecido porque quizá es un ruido del común o la fiesta de algún vecino, etc; pero eso es pasajero, ya que tarde o temprano acabe o termines acostumbrando a él.

¿Pero qué hacemos cuando lo que no nos deja dormir no es algo externo? Sí, lo más difícil es intentar conciliar el sueño cuando la realidad perfora incluso a nuestro subconsciente. Los problemas de la vida son muchos, inclusive hay una gama inmensa de ellos; algunos nos llegaron de sorpresa y otros los buscamos por nuestra propia cuenta.

No se trata de dejar de preocuparnos por las dificultades de la vida, ya que al hacerlo implica que tienes un objetivo trazado que no está yendo por buen camino y tu obligación en direccionarlo. El detalle aquí es saber si ese problema merece quitarte la paz; ya que tienes derecho a sufrir, pero no a dejar que el sufrimiento sea quien guíe tu vida.

Para poder salir de ello debes tener iniciativa, ya que la solución no llega cuando te quedas de brazos cruzados. Iniciativa no es lanzarse a realizar las cosas sin pensar, es saber reflexionar sobre las consecuencias que tendrá aquella acción en mi vida y la de los demás, ya que como todos sabemos: “Toca acción tiene una reacción”.

Recuerda siempre que vale más la pena desvelarse disfrutando una fiesta con alguien que amas, pasar la noche cuidando a un familiar, etc. Pero si hoy estás pensando que no podrás dormir por esa angustia, recuerda que tu cerebro también debe descansar para estar fresco y encontrar con la mejor solución (si la tiene) o aceptar con madurez la realidad.

César Peña

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