Ser líder no es nada sencillo, aparentemente son quienes se llevan los aplausos u otros beneficios que son muy atractivos para quienes no los tienen. Creo que ahí está el primer requisito que debe tener un líder: no buscar los beneficios. No significa que no los tendrán, si no más bien que su motivación no sea esa.
Existen diferentes escenarios para poder ser líder, va desde la casa, amigos, política, religión, etc. Pero en cualquiera que sea el espacio en el que se desarrolle el liderazgo siempre debe estar en función de los demás, es decir, pensar en el beneficio hacia los mas necesitados. Ya que es sencillo llegar a un punto alto y visible y alimentarse de los manjares que puede traer el liderazgo, y olvidarse que estar ahí es por encima de todo una responsabilidad.
Si revisamos las noticias o los espacios en los que nos desarrollamos encontraremos a “grandes líderes” que lo único que buscan son beneficios particulares que van desde simples likes hasta puestos grandes que los llevan muchas veces a la tan famosa corrupción.
En una ocasión hablaba con alguien y me decía: “el único político bueno es aquel que no ha llegado a un cargo público”, y eso me hacía caer en la cuenta de lo primero que nos viene a la mente al recordar a los líderes que por un voto prometían hasta “plata como cancha”[1].
Aquellos que su única motivación es poder tener más de lo que ya tienen, y pagar con licitaciones los favores recibidos para llegar al cargo. Incluso esos que disfrazándose de pro-vida manipulan a incautos creyentes que llegan hasta la violencia por defender a su político que mata de otra manera, ya que se olvida de esos niños que fueron separados de sus padres en una frontera, o aquellos que inflando costos se roban el dinero de la educación, salud y alimentación.
En estos días escuchaba a un político que mencionaba a la iglesia en su juramento, solo espero que sea testimonio de ella en todas sus acciones en el cargo que tiene ahora. También he visto políticos sumándose a marchas de cualquier índole solo por buscar una cámara y así subir popularidad o intención de voto.
No voy a decir que ser político es algo malo, sino mas bien que es una gran responsabilidad que implica dejar el egoísmo firme que nos hace olvidar que los que aparentemente están “abajo” esperando un saludo, una fotografía o un auxilio económico son quienes de una u otra manera nos colocaron ahí, y por encima de ellos está Dios que siempre nos pedirá cuentas.
César Peña
