Llega el año nuevo y los preparativos son de lo más emocionantes, ya que para muchos es una oportunidad para poder divertirse al máximo; algunos lo hacen con amigos, otros con desconocidos y hay quienes la pasan en familia. Pero, en medio de estas reuniones de familia siempre existirán ausentes, los motivos pueden ser distintos, van desde quien vive muy lejos hasta quien justo ese día enfermó.
Pero en este momento quiero detenerme en algo particular, en aquellos que no asistirán porque tiene algo contra su familia.
Este año que termina trajo muchas cosas y entre ellas algunas desavenencias o malentendidos entre familiares, el motivo puede ser cualquiera: desde el gol que fue o no fue, el político que gusta o no, la forma de ver a Dios, cómo educar a los hijos, etc. Es por dicha causa que este nuevo año muchas familias estarán incompletas porque alguien no quiere estar cerca.
Debemos ser conscientes que no estamos seguros si esta será una de muchas celebraciones de año nuevo o puede ser la última, ya que nadie sabe en qué momento dejará de existir; no se trata de ser fatalistas o pesimistas, es más bien que comprendamos que no podemos vivir creyendo que seremos o serán eternos y por consiguiente inconscientemente creemos que tenemos todo el tiempo del mundo para restablecer una relación familiar.
Probablemente las personas que están distanciadas de su familia dirán que tienen motivos suficientes -eso no está en discusión-, pero lo que cualquier ser humano puede hacer es tratar de reparar su relación familiar, ya que aquella persona de tu familia que hoy no quieres ver, en otro momento era parte de tu historia y te guste o no seguirá siéndolo. Más aún si es una persona que fue muy cercana como papá, mamá, hermanos, hijos.
Puede que hoy decidas perdonar o no, liberarte de aquel dolor o molestia que sientes, pero lo que si debes hacer es ser feliz con quienes son parte de tu historia; y la familia siempre lo será; puede que la persona que te causó ese dolor nunca te pida perdón o ni siquiera crea que te hizo daño, pero de lo que se trata es que tú mereces vivir feliz y por más que trates de disimularlo, eres más feliz con toda tu familia.
