¿Puedes ver a Dios?

Si alguien te aborda y sorpresivamente te pregunta: ¿puedes ver a Dios? cuál sería tu respuesta. No es tan sencillo decir un simple sí o no, ya que cualquiera de esas respuestas implica una reflexión de vida.

Quiero invitarte a responder que sí, ya que, aunque parezca loco pensarlo, claro que es posible poder ver a Dios todo el tiempo, el detalle es que hemos olvidado que tenemos la capacidad de hacerlo. Te propongo algunos escenarios donde podrás verlo:

  1. EN LOS QUE TE AYUDAN

Creo que todos hemos recibido la mano amiga de alguien justo en el momento que más nos urgía; algunos dicen que es coincidencia o simple buena suerte, pero si miras con detenimiento es Dios mismo por medio de las personas pertinentes para sostener tu vida. Ya que una simple ayuda sin sentido puede olvidarse con el tiempo, pero cuando es Él haciéndose presente, marca la vida para siempre.

  1. EN LOS QUE TE NECESITAN

A veces estamos tan ocupados con lo que necesitamos y olvidamos que también podemos ayudar con las necesidades de los demás. Se nos olvida tan fácilmente lo que Jesús nos dijo: En verdad os digo que cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis.”(Mt 25, 40)

Hoy decide ver a Dios en el indefenso y necesitado que clama por justicia y amor. No será sencillo porque desacomodarse no lo es, pero es también un forma muy eficaz de descubrir a Dios. Te invito a recordar quién y que necesitan para empezar a actuar.

  1. EN LOS ACONTECIMIENTOS

Todo lo que sucede en la vida tiene un sentido, inclusive aquello que nos causa dolor como lo es una enfermedad, desempleo y demás. No significa que Dios nos envíe males para hablarnos, tampoco que todo está destinado a suceder y somos simples marionetas del destino. Es más bien que en medio de la historia que cada uno construimos podemos encontrar a Dios. Descubre que te acompaña en medio de aquello que vives hoy, ya que sin su ayuda no seguirías en pie.

  1. EN LA NATURALEZA

De lo mas gratificante que puede hacer el ser humano es sumergirse en medio de la naturaleza, poder disfrutar del viento y los paisajes que el planeta nos ofrece, que a pesar de tratar tan mal al medio ambiente, podemos ver grandes cuadros naturales. En cada detalle de la naturaleza puedes encontrar a Dios, y no solo como una presencia estática, sino activa, que va a hablar a tu vida. Aunque es complicado en medio de una ciudad donde el concreto y el  metal predominan puedes descubrir a Dios en esos pequeños detalles del cielo, la lluvia, el sol, las flores, incluso en un insecto.

César Peña

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