Planeación vs emoción

Existen días en los cuales nos levantamos llenos de emoción y con todas las ganas de iniciar o replantear proyectos en algún aspecto de nuestro ejercicio como seres humanos. Es natural que decidamos cambiar de rumbo frente a algunas cosas o iniciar nuevas experiencias que planteadas en nuestros imaginarios tengan buenos resultados.

Es cierto que cada acción que tomamos implica ser movido por emociones, puesto que somos seres humanos, los cuales sentimos y en base inclusive a aquellos sentimientos actuamos -no quiere decir que todas aquellas acciones sean correctas- y probablemente tengamos resultados favorables. Hoy quisiera que reflexionemos cómo planificar lo que queremos realizar en nuestro entorno y así llegar a tener buenos resultados laborales, académicos, familiares, emocionales, económicos, etc.

  1. CONOCER EL CAMPO

Una frase que me impactó desde niño es: “no lanzarse a la piscina sin saber si tiene agua”; a veces la valentía se confunde con la imprudencia y no se trata de ir caminando sin saber hacia dónde o sobre que caeremos si seguimos sobre el camino que emprendemos. Cada vez que quieras iniciar un proyecto debes ser un conocedor del campo en el cual te quieres sumergir. Hay que documentarse, buscar consejos, ver ejemplos tanto de éxitos y de fracasos; la realidad es no tan grata a veces y frente al fracaso también se puede aprender.

  1. EXISTEN PRIORIDADES

Conozco personas que olvidan que antes de ciertos proyectos tenemos responsabilidades y prioridades que atender. No se trata de afectar a la familia u otros proyectos por un momento de emoción que nos mueven a realizar acciones que saciarán por un momento el hambre de ganar o sentirse vivo. No estoy diciendo que nos desanimemos y no emprendamos nada, lo que digo es que debemos saber que nuestra vida con todas sus responsabilidades sigue avanzando. Cada centavo, energía, persona, emoción debe ser invertida con cautela frente a la realidad que debes vivir.

  1. NO SIEMPRE SE GANA

Es muy fácil iniciar con la premisa: “Siempre se gana”. Pero en la vida real sabemos que no todo es para nosotros; creemos equivocadamente que como a ciertas personas les fue bien en algún proyecto, lo mismo será para nosotros. En ocasiones llegaremos a perder tiempo, dinero, energía sin llegar a un fin adecuado o inclusive poder perderlo todo por una decisión que inicialmente sonaba como la más favorable.

Debes ser consciente que existe la posibilidad de perder cuando tomas la decisión de iniciar un nuevo proyecto, pero ello no debe desanimarte, sino más bien hacer que seas más precavido frente a lo que quieras emprender y así perfeccionar o cambiar de proyecto antes de lanzarte.

Las emociones son muy impresionantes, ya que nos impulsan a realizar cosas que probablemente creíamos no ser capaces de realizar, pero no basta movernos sólo en base a ellas. Aprovecha tus emociones como un resorte que haga que llegues más lejos, pero también detente a evaluar y conocer más sobre lo que te hace sentir diferente.

César Peña

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