El árbol mágico

Había una vez un árbol mágico, que con su magia ayudaba a todos los animales del bosque. Un día una ardilla quedó atrapada en una roca y el árbol al observar que la ardilla estaba en problemas, con su magia levantó la roca. Un zorro había dejado de hablar sin explicación y el árbol que pasaba cerca a su madriguera, sintió tristeza por el pobre zorro y le devolvió la voz. La familia de búhos ya no dormía de día, el oso no encontraba una cueva para hibernar y ya se acercaba el invierno.

Cuando el árbol fue a su casa encontró que el bosque estaba sufriendo muchas cosas extrañas como las de la familia de búhos y el oso, entonces se preguntó: ¿Quién está haciendo todo esto? El árbol descubrió que quienes lo hacían eran dos magos, intentó atraparlos, pero ellos desaparecieron. El árbol no contento inició una búsqueda con sus amigos los animales. Debía encontrar a estos magos para que no hicieran más desastres en el bosque.

El árbol que también era mágico invocó un hechizo descubridor de seres mágicos, pero aun así no podía encontrarlos. Los conejos que eran amigos del árbol le dijeron que uno de los magos había caído en una de las trampas que ellos mismos habían construido. El árbol tuvo compasión de aquel mago y este juró que no volvería a hacerle daño al bosque y a sus habitantes.

El otro mago no estaba de acuerdo con su compañero y construyó una máquina para quitarle la magia al árbol. Con engaños invitó el árbol a su casa, pero como el árbol era mágico, descubrió lo que quería aquel malvado mago y logró destruir aquella máquina, pero con lo que no contaba aquel mago, es que esta máquina antes de ser destruida, le quito su magia y lo dejó como un hombre normal.

Algo pasó en aquel momento porque en su corazón vio realmente cómo era el árbol, el cual no era mágico, solo era un habitante más del bosque, que lo amaba y lo protegía. Este árbol con sus ramas daba sombra a los conejos, en su tronco le daba un lugar donde dormir a las ardillas, con su fruto daba de comer a su amigo el zorro, eso que era tan sencillo y natural para muchos era mágico. .

El árbol reunió a los dos magos, les dijo que no volvieran a atentar en contra del bosque, que si querían continuar viviendo allí, debían amar a los animales y a los demás árboles. Los magos arrepentidos aceptaron y se quedaron viviendo en el bosque para siempre.

FIN

Escrito y dibujado por mi hija de 9 años

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