Eficacia vs rapidez

En la actualidad el mundo tiende a la rapidez en todo; las personas ya no soportan hacer una fila o que la comida se demore un poco en ser servida en un restaurante, pero también debemos saber que la eficacia con la inmediatez no son sinónimos.

Empezaré recordando la diferencia entre ambas:

La eficacia es la capacidad de alcanzar el efecto que espera o se desea tras la realización de una acción. No debe confundirse este concepto con el de eficiencia, que se refiere al uso racional de los medios para alcanzar un objetivo predeterminado.

La rapidez es la cualidad de aquel o aquello que es rápido -y que, por lo tanto, se desplaza a mucha velocidad-. Puede decirse, por lo tanto, que la rapidez refleja el vínculo entre un cierto trayecto recorrido y el tiempo que llevó atravesar la distancia en cuestión.

En ocasiones por querer alcanzar un objetivo determinado con rapidez podemos en el camino cometer demasiados errores; ya que el único objetivo se basa en el tiempo que se tiene para poder alcanzarlo. No estoy diciendo que debemos ser “lentos” en el actuar frente a las metas que nos trazamos o debemos cumplir. Es claro que a la velocidad que se mueve nuestra sociedad siempre uno debe estar preparado para asumirla.

Pero en ocasiones la eficacia necesita de un poco más de tiempo para poder lograr su objetivo; es mucho mejor ser realista y no prometer ciertos resultados sin saber qué implicarán los mismos.  La experiencia  te dará el cálculo que necesitas para poder determinar el tiempo y los recursos que realmente son necesarios.

Entonces desde hoy es mejor saber combinar la eficacia con la rapidez y así poder llegar a una eficiencia que será la mejor herramienta para cada proyecto que tengas o quieras emprender. Eso sí, no te servirá únicamente para el ámbito laboral, también será de mucha ayuda para tu diario vivir.

César Peña

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