En ocasiones se ha delegado la experiencia espiritual a la madre, pero hoy te recuerdo que eres el soporte y responsable de la experiencia de fe de tu familia.
En ocasiones es una fecha que pasa desapercibida y olvidamos lo importante que es para todos nosotros. Hoy quiero invitarte a recordar los buenos momentos y la gratitud que tienes a aquel que te dio la vida. Si te falló perdona, y recuerda que él fue el pretexto perfecto para que existieras.